Nota de tapa al Dr. Juan Lucas Dapena Fernandez - Revista EmprenderN° 83 - julio 2012

“Si no se cambia el rumbo, habrá una mayor desaceleración de la economía”

Doctor en Ciencias Económicas, Dapena señaló que el problema actual más acuciante es la inflación, dada la pérdida de poder adquisitivo de los salarios, principalmente en los sectores más humildes. Destacó también que es fundamental contar con índices inflacionarios claros que doten de previsibilidad a la economía y que es necesario no aislar a Argentina del contexto económico internacional. “Somos muy competitivos en varios rubros”, afirmó.

El Dr. Juan Carlos Dapena Fernández dialogó con Emprender sobre la realidad económica actual del país. Habló sobre temas como la inflación, la restricción a las importaciones y los errores y aciertos económicos del actual Gobierno. Destacó que si no se cambian las medidas adoptadas hasta el momento, principalmente para controlar la inflación, habrá una fuerte desaceleración de la economía, entre otros aspectos.

¿Cómo definiría el actual panorama económico del país?

Hoy el principal problema de la economía argentina es la inflación, que produce severas distorsiones en el resto de la economía, a la vez que impacta plenamente en los sectores bajo y medio bajo, dado que son ellos los que destinan prácticamente todos sus ingresos al consumo básico.

¿Qué medidas deben tomarse para controlar la inflación y cómo impacta ésta en la calidad de vida de los argentinos?

La inflación impacta en la calidad de vida de todos y plantea la pelea del fuerte con el débil, en la cual el fuerte puede ajustar sus precios acompañando el proceso inflacionario, mientras que el resto ve diluirse su poder de compra a medida que suben los precios y sus ingresos se mantienen en los mismos valores o se actualizan levemente. Esta pérdida de poder adquisitivo termina impactando en la demanda.

Para controlar la inflación se debe moderar y eficientizar el gasto público, elevar las tasas de interés pagadas por el sistema financiero para reconocer explícitamente la inflación y absorber pesos del mercado. También es necesario tener un indicador confiable de inflación que dote de previsibilidad a la economía y estructurar una política de asistencialismo social para cubrir a los vastos sectores sociales más afectados.

¿Cuáles son las perspectivas en el corto y en el largo plazo?

Es una pregunta difícil, porque mientras no se ataque explícitamente la inflación, no se puede abordar el resto de los problemas. Hay que ver qué medidas se tomarán en este sentido para, a partir de ahí, analizar cómo seguirá la situación. En tanto se continúen con las medidas tomadas hasta el momento, es muy probable que se produzca una desaceleración mayor de la economía.

¿Cuáles son los aciertos y desaciertos del actual modelo económico?

Este modelo económico se apoyó en una política de crecimiento basada en el desarrollo del mercado interno y con un contexto internacional fuertemente favorable. El consumo fue su principal motor. Esto, asociado a una moneda competitiva desde 2002, permitió que la Argentina tenga un ciclo de expansión bastante positivo. En cuanto a errores, sería importante revisar las políticas de subsidios, para no subsidiar a quienes no lo necesitan; invertir en el sector energético para acompañar tal crecimiento y, por último, la inflación.

¿Argentina representa hoy un país atractivo para los inversores?

Sí, ya que posee rendimientos altos y riesgos relativamente bajos. El principal problema actual que tiene nuestro país es la falta de una moneda estable a largo plazo y la ausencia de previsibilidad en ciertos aspectos jurídicos.

¿Qué opina de las medidas tomadas por el Gobierno para restringir la compra de dólares? 

Hoy faltan dólares en la economía argentina, consecuencia de una falta de confianza y de alternativas de inversión en el país. El Gobierno los necesita para pagar deuda y para pagar la política energética. Como no hay superávit fiscal para comprar dólares, se decidió que la mayoría de los dólares que ingresen se los quede el Gobierno.

¿Cómo impactan en la economía las restricciones a las importaciones?

Mucho, ya que, como decíamos, uno de los éxitos de los últimos años fue la integración de Argentina en el contexto económico internacional. Esto visto desde la óptica de la economía real, porque desde un punto de vista financiero Argentina no se ha reincorporado todavía al mercado financiero internacional.

Nuestro sistema económico está hoy fuertemente ligado a la economía internacional: se importa y luego se exporta. Hace falta insumos importados para nuestra cadena productiva, por lo que cerrar las importaciones afecta a tales cadenas. No es una medida beneficiosa en el mediano plazo y creo que es necesario no desvincular la economía argentina del marco internacional. El país es competitivo en vastos sectores. Dejemos que los otros países nos vendan aquello en lo que son buenos y así nosotros podemos vender nuestros productos.

¿Cómo fue el crecimiento económico de Argentina en los últimos años?

Muy bueno. Ocurre que no se arreglaron los problemas típicos de una economía en expansión, como la inflación (o calentamiento de la economía), y no se potenció una matriz energética que acompañe la mayor demanda de energía, consecuencia de dicho crecimiento. Hubiese sido bueno no permitir que se atrasen tanto las tarifas de ciertos servicios y sectores públicos, a la vez que ajustar las políticas de subsidios para que los mismos se gasten en forma eficiente. El momento de hacer estas correcciones es a medida que producen los problemas y cuando estamos en crecimiento, dado que tal crecimiento neutraliza los efectos negativos de estas correcciones. Al demorarse estas medidas, dejan de ser simples correcciones para ya pasar a ser fuertes cambios dentro de la economía. El principal problema es que, al final, el mercado termina haciendo estos ajustes en el peor momento y de la peor manera.

Ya en el plano internacional, ¿cuáles son, en su opinión, las causas de la crisis en España?

España vivió en una burbuja económica potenciada por el sector inmobiliario y explotó en un momento en el cual el contexto económico europeo es complicado. Ahora hay un parate económico del cual es difícil salir porque el sistema financiero no es del todo estable, como consecuencia de dicha burbuja y de que son tenedores de bonos de riesgo. No estoy de acuerdo en las medidas de ajuste tomadas y creo que es el momento de ser más expansivos, es decir aplicar recetas keynesianas.

¿QUIEN ES?

Juan Lucas Dapena Fernández es contador público nacional y doctor en Ciencias Económicas por la Universidad Nacional de Córdoba. También es master en Social Sciences, London School of Economics (United Kingdom). Se desempeñó como analista financiero senior de Administración de Reservas y de la Mesa de Dinero del Banco Central de la República Argentina. También en el Banco Galicia y el Ministerio de Economía de Córdoba.

Fue docente en maestrías de las universidades del CEMA, Palermo, Nacional de Córdoba, Universidad Tecnológica Nacional Regional Rafaela, Nacional del Litoral, Centro de Estudios Empresariales de Bolivia y en la Universidad Juan Misael Saracho (Bolivia). Actualmente es investigador visitante del CIMEI (Universidad del CEMA) y miembro experto de la CONEAU. Dirige diversos planes de negocios y trabajos de investigación. Realizó numerosas investigaciones y publicaciones en medios periodísticos y revistas especializadas en economía y finanzas.

También es director ejecutivo de la Fundación CEFIM, un centro de estudios dedicado a la investigación, capacitación y asesoría en finanzas, inversiones y management. Está conformado por un equipo de profesionales con amplia experiencia laboral, tanto en instituciones nacionales como en el extranjero. Buscan mejorar la práctica de negocios de la comunidad empresaria mediante la aplicación de teorías y técnicas de avanzada en las empresas de la región.

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