García Vior, Andrea; coord.
Intermediación laboral y sucesión de empleadores
Buenos Aires: Errepar, 2014
299 pág.; 22 cm.

Las colecciones de Errepar nos tienen ya acostumbrados a abordajes serios y actuales de los temas, y por cierto no es la excepción la cuestión que ocupa las páginas de este número sobre Intermediación y Sucesión Empresaria. Así lo pienso, porque bajo este título aparece una seguidilla de artículos (investigaciones, diría yo), que atiende a nivel de filigrana a aspectos vinculados con las relaciones laborales, insertas en un mundo cruzado por la velocidad de los negocios, y a la necesidad de adaptar las estrategias de los mismos a niveles de rentabilidad no siempre compatibles con la satisfacción de los derechos de los trabajadores. Estos, además, se encuentran en un estándar de protección, en el marco del Paradigma de los Derechos Humanos Fundamentales, que puede resultar confuso para el empresario y para el empleador en general, acostumbrado a consejos profesionales que a veces se alejaban del esquema normativo. Hoy, la eficacia del derecho pone en riesgo la responsabilidad del Estado mismo si no se respetan las “reglas de juego”, y en el caso, guste o no, el trabajador “es el señor de todos los mercados”, Vizzoti dixit. Pero no por capricho de los jueces, sino porque es la manda constitucional por imperio de los tratados.

Es que hay un “uso debido del derecho”, pero para hacer gala del mismo, no solo hay que conocerlo, sino que además tenemos que analizar la realidad que se nos presenta, hasta comprender los fenómenos, entender cómo y qué intereses satisfacen, y de ahí en más, debatir francamente su adecuación en derecho. Celebro que esto se haga realidad en esta obra, y que las nuevas cuestiones sean motivo de reflexión, como la intermediación a través del auxiliar del dependiente. Y que las un poco más antiguas, que han tomado en la práctica formas novedosas, rayanas a veces con la ilicitud, también sean analizadas, como los efectos del cambio de titularidad de la empresa sobre el contrato de trabajo, la responsabilidad de los socios y funcionarios de las sociedades comerciales, las cooperativas de trabajo genuinas y las que no lo son, la solidaridad en materia agraria, los equipos de trabajo, la eventualidad, las pasantías educativas, el fraude y la interposición fraudulenta en general.

Conozco a los autores, comparto los criterios de algunos y obviamente los de otros no. Lo cual aportará riqueza al debate, y si esto último sucede, no es precisamente porque las aguas estén calmas, por el contrario, la realidad se mueve vertiginosamente y nos cubre de enigmas. Por eso estamos pensando juntos, pacífica y generosamente. De hecho, en la reflexión jurídica y en la jurisprudencia también mucho ha cambiado, dado que ha comenzado lentamente la aceptación de que el derecho dice algo muy diferente de lo que se pretendía y de que la escala de valores de la Constitución ha variado, desde el ingreso al nuevo paradigma. Y este no es un fenómeno nacional, sino continental, lo que desde la docencia tengo la oportunidad de verificar cotidianamente. En Latinoamérica se está advirtiendo, finalmente, que lo único que nos asegurará un futuro mejor, a unos y a otros, es el apego al derecho.

De manera que hoy, con esta obra, Errepar nos brinda la oportunidad de otear la actualidad en el tema, tal vez, más candente del Derecho del Trabajo: la solidaridad.

Diana Cañal

Directora del Grupo Spes. Doctora en Filosofía del Derecho (UBA) y

en Derecho del Trabajo (Universidad San Carlos de Guatemala)