Ahorro: ¿La clave del crecimiento económico?
En los artículos anteriores, nos referimos a dos aspectos centrales de los economistas: su rol social y la importancia de la economía como base para tomar decisiones cotidianas. El presente artículo pretende complementar esa visión y proponer una herramienta útil para la toma de decisiones de ahorro e inversión.
La planificación financiera es fundamental en el desarrollo personal. Curiosamente, solo algunas personas la aplican. Inclusive pocas empresas utilizan la planificación financiera para guiar su proceso de toma de decisiones.
El proceso de planificación comienza evaluando el punto de partida, nuestra realidad económica. Cuál es nuestra situación laboral, ¿de qué manera generamos ingresos? Existen cuatro posibilidades generales de obtener ingresos: Trabajar en relación de dependencia, ser un profesional independiente, ser empresario o dueño de un negocio, y por último, obtener mis ingresos de las inversiones que realicé en el pasado.
Claramente, la última alternativa es la que más seduce. Pero ¿es posible vivir solo de mis inversiones? A quien no le gustaría poder obtener dinero sin el esfuerzo que implica trabajar en relación de dependencia o peor aún llevar un negocio adelante. La realidad es que sí es posible, pero es un camino a largo plazo. La planificación financiera trazaría uno de los caminos hacia la independencia financiera. Según ella para ser financieramente independiente uno debería trabajar en relación de dependencia para ganar experiencia, luego ser empresario para lograr crecimiento económico. Mientras, va invirtiendo correctamente el dinero para que este sea nuestro aliado en todo el proceso.
Hasta aquí nos queda claro que invertir bien el dinero es fundamental para ser libre financieramente. Ahora bien, para poder invertir primero debemos ahorrar. Es decir, obtener recursos excedentes luego de cubrir nuestras necesidades. Son estos superávits los que me permiten adquirir activos con retornos futuros. Activos que tienen asociados a ellos un flujo futuro de dinero mayor que el precio que pago por ellos.
La trampa del consumo a crédito
En contextos inflacionarios existe la idea generalizada de que uno debe comprar todo lo posible, inclusive endeudarse a crédito. ¿Es una buena decisión financiera? Como todo en economía la respuesta es relativa. Pero veamos un ejemplo del consumo a crédito. Si yo compro un bien de consumo, por ejemplo, un televisor y lo hago utilizando mi tarjeta de crédito en 12 cuotas sin interés lo que estoy comprando es un activo (de consumo) que me genera un flujo negativo de dinero a 12 meses. Es decir en realidad estoy comprando un pasivo. No solo eso, si a razón de la inflación no logro pagar el total de la cuota mes a mes (pago el mínimo de la tarjeta); la tasa aplicado al resto del capital adeudado es del 50% en el mejor de los casos. Un detalle importante es que la tasa y, consecuentemente, el interés se aplica sobre todo el capital adeudado. Qué pasa si en contraposición invierto el valor de las cuotas fijas en un activo financiero que rinda una tasa mayor a la tasa de inflación. De hecho, hoy hasta los plazos fijos poseen tasas superiores a la tasa de inflación. Aún en tiempos de turbulencias financieras el ahorro puede permitirme alcanzar un círculo virtuoso en nuestra economía individual.
Independientemente de cómo generemos ingresos, todos podemos ahorrar y generar riqueza. El mítico inversor Warren Buffet decía: “No es tu culpa si has nacido pobre, pero si mueres siéndolo es cien por ciento tu responsabilidad”. El dinero debe ser nuestro aliado: el dinero debe generar más dinero (recursos que generen un flujo de ingreso futuro). Así, obtendremos mayores ingresos que los actuales. Esto a su vez, nos conducirá a analizar la forma de potenciar el uso de los recursos excedentes.
Pero, ¿en qué invertir nuestro dinero? ¿Es mejor invertir en ladrillos, divisas o un auto o es preferible comprar activos financieros como los bonos o las acciones?. La respuesta es simple. ¡¡¡Compre barato!!!. Lo más conveniente es invertir en activos que se encuentren subvalorados. Es decir, comprarlos por un valor inferior al flujo futuro de ingresos que van a generar. Lo difícil entonces será valorar los activos. ¿Cuándo una casa, una acción o un bono está barato? Para invertir exitosamente debemos desarrollar nuevas habilidades y capacidades que permitan valorar correctamente los activos que voy a comprar.
La bolsa, ese mundo raro del que algunos hablan
La bolsa es el lugar de encuentro (en sentido simbólico) en el que se reunen los que poseen dinero y quieren comprar activos financieros y los que poseen los activos financieros y desean venderlos para obtener dinero.
La bolsa suele asociarse a un mundo raro e inalcanzable. Pero, todos podemos aprender sobre su funcionamiento e invertir a través de ella. Los activos financieros son los productos que se comercializan en ella. Los títulos de valores en sus versiones más simples representan la participación en el capital de una empresa o una porción de un préstamo a una empresa o a un gobierno. La bolsa nos permite intercambiar los títulos de valores por dinero en todo momento. El valor al cual compramos o vendemos los activos depende de la interacción entre los vendedores y compradores. El precio del mercado surge de la valoración que en ese momento tienen los compradores y vendedores sobre el activo.
Valorar por cuenta propia un activo implica cuestionar al mercado. El cuestionamiento que realicemos a ese precio de mercado nos permitirá convertirnos en inversores de éxito o no. Si determinamos el valor de un activo y observamos que su precio de mercado es inferior, entonces comprarlo parece un buen negocio. Así obtendremos un retorno superior al gasto de inversión. Las virtudes de conocer e invertir en el mercado de capitales son mucho mayores que los inconvenientes que puede generar. De hecho, el conocimiento sobre el funcionamiento del mercado brinda una concepción muy particular a la hora de ver los negocios.
Por último, cabe destacar que la bolsa y las emociones tienen estrecha relación. Cuando uno compra un activo automáticamente comienza a dejarse influir por sus emociones. Si la acción por ejemplo, comienza a perder valor, internamente se genera una angustia que puede llevarnos a vender el activo. Sin embargo, el mercado ni se entera de las emociones que nosotros tenemos. Si realizamos bien el análisis entonces hay que soportar la volatilidad del mercado. Después de todo, en el mercado 2+2 es igual a 5-1.
Tener la capacidad de generar excedentes de dinero y el conocimiento sobre el mercado no es suficiente para ser un inversor de éxito. También se necesita aprender a moldear las emociones. De esta manera, con un manejo íntegro y estratégico de los recursos, alcanzaremos el crecimiento de nuestros ingresos a largo plazo.
Desde nuestra Comisión, en los próximos artículos continuaremos brindando herramientas para aprender a reconocer nuestros recursos y potenciar su uso en las decisiones cotidianas.
Nuevas Autoridades FACPCE
Presidente: José Luis Arnoletto (CPCE Córdoba); Vicepresidente 1°: Carlos A. Annichini (CPCE Santa Fe); Vicepresidente 2°: Domingo Gómez Sierra (CPCE Corrientes); Secretario: Mario Biondi (CPCE CABA); Tesorero: Daniel A. Grosso (CPCE Jujuy); Prosecretario: Emilio G. Perticarini (CPCE Río Negro); Protesorero: Alejandro Enrique Buso (CPCE La Rioja); Comisión Fiscalizadora: 1° Miembro Titular, Patricia M. Manso (CPCE Tucumán); 2° Miembro Titular, Ricardo R. Roffe (CPCE Chaco); 3° Miembro Titular, Julio Tomás Ramírez (CPCE Chubut); 1° Miembro Suplente, Carlos Soto (CPCE Neuquén); y 2° Miembro Suplente, Lilian Tania Chucoff (CPCE Misiones).