La comoditización es un problema que incumbe a todas las empresas y se percibe cuando un cliente basa su decisión de compra únicamente centrándose en el precio, ya que considera que los productos o servicios son idénticos a los de la competencia.
Nos enfrentamos a un mundo en el que los productos están estandarizados, por lo que las empresas están obligadas a agregarle valor a sus bienes o servicios y así “descomoditizarlos” para diferenciarlos del resto.
Las diferencias de calidad de las diversas compañías quedan chicas entre los mismos productos o servicios. Los productos son originados en general por la misma tecnología siendo cada vez más parecidos entre ellos. Lo mismo ocurre en los servicios, debido a que el conocimiento aplicado también está comoditizado y es accesible para casi todos.
¿Qué diferencia a un Contador de otro? ¿Qué diferencia existe entre un Licenciado y otro? Después de todo, los profesionales de igual carrera estudiaron aspectos semejantes.
Por lo expuesto, se puede divisar que la comoditización genera un problema de competencia. A su vez, ello se ve agravado por el hecho de que el consumidor (cliente) decide racionalmente y que los mercados están saturados o son rápidamente saturables. Cualquier producto que se inventa, se copia en tiempos récord y se produce en tiempos récord y se produce en grandes cantidades en todas partes del mundo.
Entonces, las empresas argentinas y los profesionales deben enfrentar este hecho con innovación y cambio, utilizando a su favor la tecnología y todo lo que ella implica (con la difusión de los productos o servicios a través de las redes sociales, inversión en I+D, el agregado de valor a través de la inventiva e innovación, etc.).
Es fundamental la especialización y la creación de valor para posicionarse en el mercado y en la mente de los clientes. El objetivo es lograr que los consumidores dejen de considerar a los productos como un comodity y para ello es imprescindible la diferenciación.