Escribe: Cr. Marcelo Martínez/Marcelo Sueps!
La historia es que soy Músico y Contador, dos en uno, y ambas profesiones son mi pasión. La música, desde los 7 años de edad y la contabilidad desde el Cuchi Rosas.
Siempre que me dicen: “Así que tu Hobbie es la música”… Quiero destripar a Jack! Nada más frustrarte, que valúen de hobbie a una de mis profesiones. Cuando ves el tiempo empeñado, la habitualidad, o cuando ves que necesitas superar etapas y a pesar de ser poco redituable, querés seguir adelante sacrificando amigos, diversión y familia, concluis que no estás frente a un hobbie; sino frente al espejo de un obsesivo compulsivo canalizado en la música… y en la contabilidad… y en la familia…y en…fermo. 2 Discos, 3 Singles y cada balance, confirmaron la hipótesis: Músico Contable.
Siempre llevé esta doble vida, y a pesar de los momentos difíciles y momentos de debilidad donde los replanteos aparecen y te da por tomar decisiones que simplifiquen el camino, nunca pude cortar con ninguna de las dos. De día, contador; de noche, músico. ¿Cómo lo hago? Trabajando durísimo. Para crecer hay que estudiar y los tiempos libres se convirtieron en oportunidades para especializarme en uno y otro sentido. Todas las mañanas me repito: “La disciplina trae orden, y el orden, progreso”. Aplico mucho la disciplina que me transmitió la universidad para llevar mi vida y las dos actividades al mismo tiempo. Todo tiene un orden, un tiempo y un lugar para cada actividad. Mientras ejerzo como contador para mi empresa, no admito que nadie me hable de música (aunque por dentro puedo estar componiendo un concepto extraído de una reunión de trabajo). Y cuando llegan las 19 hs, ya en mi estudio de grabaciones, no admito que interfieran señales laborales en el templo de la creación. Esta es la parte más difícil de lograr. Pero siempre me hice la idea que estaba trabajando en dos lugares distintos y tenía jefes celosos que no toleraban distracción alguna.
En el aire, la música: para mí la música está en el aire, incluso en la contabilidad. Toda la naturaleza consiste en armonía que brota de números. La música es la combinación de sonido, frecuencia y tiempo (ritmo). Tal es así, que cuando trabajamos lo hacemos con un ritmo determinado. Si el ritmo es parejo, uniforme, continuo, la actividad en la que estemos se convierte en algo placentero; cuando el ritmo se interrumpe, nos incomoda. La música puesto que está presente en diversas áreas de estas y es evidente en las afinaciones, disposición de notas, acordes y armonías, ritmo, tempo y nomenclatura. La música debe ser armoniosa, equilibrada, tal cual un estado de situación patrimonial y viceversa. “Hay muchos como yo, gatos sin dirección” (M. Mateos): No soy el único que convive con esta ambivalencia. Con esta “Doble Vida” (Soda Stereo). Son muchos los que tienen una doble pasión. Una que tiene salida laboral más fácil que la otra. Profesionales de todas las áreas y una pasión ingrata que no te da dos mangos. Con el tiempo, la primera termina por vencer a la segunda. Ahí es donde comenzamos a sentirnos infelices. Yo creo que no debemos dejar que la primera mate a la segunda. No es fácil, pero El Amor es Más Fuerte (Tango Feróz)… sino lo es, nunca existió.