Los Problemas de Agencia en la Política
Escribe: Cr. José Luis Issa
En finanzas de empresas se enseña que el principal objetivo del administrador financiero es coadyuvar a maximizar el valor de mercado del capital de los propietarios.
En las empresas de cierta envergadura e importancia, las tareas de administración se encuentran en manos o bajo la responsabilidad de personas que no necesariamente son los propietarios de las mismas. Esto significa que los administradores (la administración) manejan realmente a la empresa. En estos casos se producen las “relaciones de agencia”, que son las relaciones entre los accionistas y la administración. Cuando existe la posibilidad de un conflicto de intereses entre el dueño (principal, accionista) y el agente (empleado, administrador, gerente), surge entonces la cuestión de los denominados “problemas de agencia”. En términos generales queremos expresar, que los problemas de agencia aparecen cuando no estamos tan seguros que el accionar de los “agentes” en sus tareas de administrar el patrimonio de los accionistas, tienda a “maximizar el valor de esa participación accionaria”. Stephen Ross y otros, en su manual de Fundamentos de Finanzas Corporativas, nos enseña que el “costo de agencia” se refiere a los costos de este conflicto de intereses entre los accionistas y la administración. Estos pueden ser directos e indirectos. Un costo indirecto, en términos generales, es una oportunidad perdida. Por ejemplo, que el administrador no quiera llevar a cabo un proyecto de alguna complejidad que beneficiaría a los accionistas, pero que implica cierto “desgaste” personal (vulgarmente conocido como hacer la plancha). Los costos directos pueden adoptar dos formas; a) un gasto que beneficia a los administradores y se considera superfluo para el cumplimiento de sus metas (por ejemplo la compra de un avión para que viajen los directivos, entendido esto como un gasto innecesario) y b) el gasto de controlar a los administradores (auditores, etcétera). Entonces surgen algunas preguntas: ¿Actúan los administradores en beneficio de los accionistas? ¿Son iguales las metas? ¿Quién tiene el control de la compañía?
En ocasiones se argumenta que si se les permite que hagan lo que quieran, los administradores tenderán a maximizar la cantidad de recursos sobre los que tienen control o de una manera más general, el poder o riqueza corporativa, pero sólo para mantener o aumentar su poder corporativo, no en beneficio de los verdaderos propietarios.
Ahora bien, si cambiamos los actores, y en vez de indicar accionistas, dueños o propietarios decimos “pueblo que vota”; y en vez de expresar agente, gerente o administrador decimos “Presidente, Gobernador, Intendente, Ministro, Funcionario, Legislador, etcétera”; se entiende claramente, que si bien los objetivos son distintos, los problemas de agencia entre los que votan y los votados son iguales a los señalados en la teoría de finanzas de empresas.
Rotundamente, los que votan son los accionistas, dueños o propietarios. Los votados son empleados, gerentes, agentes, administradores. También es claro que en una República, la manera de cambiar administradores es a través del voto universal, secreto y obligatorio… Y a través del fortalecimiento de las Instituciones que los contienen.
¿Qué problemas de agencia, con sus costos, podríamos identificar en este sentido? Queda para el lector y su imaginación la tarea de encontrar innumerables ejemplos, en los tres Poderes de la República…
Quizás estos problemas de agencia nacieron el mismo día en que se empezó a forjar nuestra Patria.
En su obra de “Historia de la República Argentina” don Vicente Fidel López, al referir las palabras del Dr. Mariano Moreno (1778-1811)sobre las cualidades que debían poseer los políticos, indica:
...“Apenas se reunió la Junta en las primeras horas del día 6 de diciembre de 1810, Moreno inició la cuestión de los honores personales. Demostró la necesidad de que los miembros de la Junta diesen ejemplo de modestia y de virtud si querían ser dignos de gobernar un pueblo libre, sin la pretensión de corromperlo por formas despóticas que provocaban la adulación y la idolatría en los hombres bajos y viles que se pegaban al poder para explotar el favoritismo con que los mandones y los tiranos se forman agentes sumisos y ruines, servidores venales que empleaban después en ultrajar y amordazar a los amigos de la libertad”.
…“La libertad de los pueblos no consiste en palabras ni en papeles, ni en cantar himnos a la libertad”... “Por desgracia, existen en todas partes hombres venales que, no teniendo otro recurso para hacer su fortuna que los del parentesco o de la vil adulación, tientan de mil modos a los que mandan, lisonjean todas sus pasiones y compran su favor a costa de los derechos y prerrogativas de los demás...” “El pueblo no debe contentarse con que sus gobernantes sean buenos, sino que ha de arreglar su gobierno de modo que lo sean forzosamente”.
…“Las esposas de los funcionarios públicos no disfrutan de los honores públicos ni de las prerrogativas de los maridos: éstas son distinciones que el estado concede a los empleos y que no corresponden sino a los que ejercen; así como en el templo, los honores, el incienso y las alabanzas no se deben tributar sino al Ser Supremo”.
Por cierto, existe una corriente histórica que afirma que el Dr. Mariano Moreno fue mandado a envenenar por cuestiones políticas. Falleció en marzo de 1811. No había pasado un año desde la Revolución de Mayo.