Desafíos de la economía post elecciones
Escribe: Cr. Roberto Dib Ashur. Master en Economía y Senior Executive Felows (Harvard)
La economía argentina luego de las elecciones le otorga al gobierno la posibilidad de encarar su segunda parte con algunas reformas que están latentes como la laboral y la impositiva.
La economía ha salido de la recesión y las expectativas son positivas, sin embargo, existen algunos desafíos en las grandes variables macroeconómicas.
Las expectativas son clave para la economía y están mejorando, tanto de parte del empresariado como de los hogares argentinos. Si se espera que la economía mejore, las decisiones de inversión y consumo se producen, y por lo tanto la economía ¨mejora¨ en la realidad. Sucede a la inversa cuando las expectativas son negativas.
En los hogares, el aumento de las naftas y la espera del incremento de tarifas provocan cierto malestar debido a que afecta de forma directa el poder de sus ingresos. Sin embargo, la mejora en la actividad económica ya se está comenzando a sentir en el ciudadano común. Si bien las personas reconocen que no están viviendo el mejor año de sus vidas, perciben que ha finalizado la crisis y lo que viene es mejor.
Dentro de los principales temas del gobierno está el déficit fiscal. Desde 1962 a la fecha, los argentinos hemos vivido sólo 7 años con superávit fiscal (4 fueron con Néstor Kirchner luego del enorme ajuste posterior a la crisis del 2001). En un país, cuando el dinero recaudado no alcanza para atender los gastos se recurre al endeudamiento o a la emisión, (lo que genera inflación). Hoy el déficit oscila el 6% del PBI (teniendo en cuenta el pago de los servicios de la deuda), eso equivale a todo lo que se destina a Educación en el país.
Los déficits se pagan con deuda o con inflación. En los´70 fue con deuda, en los´80 emisión, en los´90 deuda, en la primera parte de los 2000 superávit, en la segunda parte de los 2000 emisión y, actualmente, con deuda.
En los últimos casi dos años de gestión, Argentina tomó la mayor cantidad de deuda de la historia en relación al tiempo. La misma es cercana a los u$s 100 mil millones, algo así como 40 años del presupuesto de Salta, sin contar los intereses ni los gastos. Hoy la deuda supera los u$s 300 mil millones. Si bien nos queda margen, se va agotando y cuando esto sucede quedamos al borde de una crisis.
Por el lado de la balanza comercial, los argentinos compramos al exterior más de lo que vendemos. Las importaciones superan las exportaciones. La diferencia es de u$s 6 mil millones. De este saldo destacan dos cosas, el déficit comercial con Brasil es de u$s 8 mil millones, además lo que los argentinos destinamos a turismo extranjero que es de u$s 10 mil millones. Esto se debe principalmente a que el dólar está barato, es decir nos resulta más conveniente comprar productos y servicios en el exterior que dentro del país.
La inflación se encuentra aún muy elevada. Ha superado la meta establecida por el propio Banco Central, si bien está con tendencia a la baja, sigue siendo de las más grandes del mundo. La meta que se estableció para el 2018 en una banda del 8% y 12% está siendo observada con cautela y desconfianza por parte de los analistas económicos.
Un tema que se adiciona con cierta preocupación es el nivel de emisión de Letras del Banco Central, hoy supera la Base Monetaria lo que implica que el margen es muy acotado. Ese dinero pide prestado el BCRA para sacar efectivo de la economía y de esa manera combatir la inflación, para eso hoy paga tasas mayores al 27% potenciando la inversión financiera por sobre la real. No está demás aclarar que el pago de esos intereses más los servicios de la deuda aumentan el déficit del Estado convirtiéndolos en una de las cuentas más importantes.
La economía ha salido de la recesión, la confianza en este gobierno se ha ratificado en las urnas a lo largo del país, las expectativas son mejores que las de un año atrás. Quedan temas pendientes de gran importancia como desafíos. El gran déficit fiscal, sumado al comercial, agotan el tiempo y el margen de acción; la inflación y la emisión de Lebacs tensionan la política monetaria y al sostén del endeudamiento le queda poca capacidad.
Deseamos que los próximos dos años la economía crezca y las cuentas fiscales logren su equilibrio de la mano de un país en marcha.