¿Que ahora sos qué…? ¿Coach?
Escribe: Silvina Barros - Coach OntológicoHabía una vez, una contadora en la búsqueda… ¿de qué? Ni ella sabía, pero ahí estaba caminado entre la línea de los desafíos intelectuales y el sentir que en esta vida había algo más por descubrir. Esa era yo, que ejercía la profesión con mucho respeto y orgullo, pero no me alcanzaba, había un click que me faltaba hacer. Sentía un gran vacío teniendo casi todo, y la queja era casi un modo de vivir.
Así, un día llega un mail a mi casilla de correo promocionando un taller de coaching ontológico, y la intriga pudo más que la búsqueda, me anoté y fui. Ese día, hace unos años atrás, cambió mi vida, literalmente.
Descubrí entre otras cosas, que cambiar mi observador hacía cambiar todo mi mundo exterior, y que ese cambio lo tenía que hacer desde mi SER en primer lugar, y desde ahí proyectarme en el vínculo con los otros y lo que me rodea. La pregunta obvia fue: ¿Y quién soy? Así pude distinguir la diferencia entre ejercer roles, como el de contadora, hija, amiga, tía, etc. y saber quién soy realmente y desde ahí elegir qué quiero hacer.
La experiencia fue tan enriquecedora, que antes de que terminara el taller, yo ya había tomado una decisión. ¡Ser Coach!
Me inscribí en una escuela de Coaching y empecé a estudiar hasta certificarme como Coach Ontológico Profesional avalado por la ICF (International Coaching Federación).
Esta herramienta medianamente nueva en nuestro país, pero de mucha aplicación en otros países del mundo como EEUU o España desde hace muchos años, es una base poderosa sobre la cual podemos tomar conciencia del potencial que hay en nuestro “estar siendo“ y distinguir horizontes de posibilidades donde al empoderarnos y elegir desde otro lugar, logramos estar presentes en nuestra mejor versión, día a día. Y esto se traslada a tener una mejor calidad vida.
Un coach ontológico acompaña a su cliente a maximizar el potencial que habita en su ser, para lograr resultados en cualquier dominio de su vida y disolver quiebres desde otro lugar. Así mis días transcurren entre el ejercicio de la profesión como contadora cómo las interpretamos”, trajo alivio a mi vida; y la posibilidad de legitimar a los otros como observadores diferentes me permitió relacionarme con mis clientes, amigos y familia, desde un lugar de construcción más que desde la reacción.
Agradezco esta posibilidad de compartir con los lectores y colegas mi experiencia de haber sumado una herramienta a mi vida que sólo trajo satisfacciones e invitarlos a dar un salto al interior para emprender un viaje fantástico de autoconocimiento desde el cual vivir en plenitud y coherencia se hace una aventura maravillosa.