Estimados colegas:
Hace tres años, junto a un equipo de colegas íntegro, comprometido y con muy buenas ideas nos propusimos seguir trabajando en el engrandecimiento de nuestras profesiones.
Hoy, cerrando esta etapa de trabajo intenso, podemos decir con gran satisfacción que han sido muchas las acciones encaradas, numerosas las gestiones realizadas; todas con un solo objetivo: nuestros matriculados.
Cada paso que dimos lo hicimos convencidos de la necesidad de contemplar la realidad de cada colega, en cada punto de nuestra geografía, con sus particularidades, con sus limitaciones y, por supuesto, con su gran potencial.
En este sentido, hemos buscado estar cerca de los matriculados del interior, compartiendo con las autoridades de las delegaciones encuentros de trabajo en sus sedes y también aquí, en las reuniones de Consejo Directivo a las que los hemos invitado en varias oportunidades, fundamentalmente para escucharlos y luego trabajar con la agenda de temas planteados, en estos espacios de impronta federal.
Una acción importante desde el inicio de esta gestión fue la formación ética y comprometida de nuevos dirigentes, no solo en cuestiones de la vida institucional, sino también en temas inherentes a la gestión de recursos y oportunidades para la consolidación de un Consejo Profesional que se perfila como una de las entidades
intermedias más prestigiosas de nuestra comunidad. Tener dirigentes capacitados, honestos, con gran vocación de servicio, nuevas ideas, y un futuro institucional claro, es un compromiso que asumí en lo personal y que no voy a descuidar, sea cual sea el lugar que me toque desempeñar.
En términos institucionales, sin dudas, uno de los logros alcanzados de mayor trascendencia, a nuestro criterio, es el cobro indirecto de los honorarios profesionales, legitimando las escalas de aranceles que elabora el Consejo Profesional de Ciencias Económicas.
Esto se consiguió a partir de ser insistentes y muy pacientes, con un trabajo minucioso, mano a mano, con legisladores. Tenemos muchos matriculados que no conocen las
ventajas de esta forma de percibir sus honorarios. Es una manera de proteger sus honorarios y garantizar su percepción. Esto que recién se comienza a implementar nuevamente, será una herramienta imprescindible para la valoración de nuestro trabajo profesional y el cobro de los mismos.
En cuestión de meses, los resultados serán palpables para cada colega.
Por último, quiero comentarles que la decisión de adquirir el terreno que une la sede de calle España y el salón Ábaco, vinculando los dos inmuebles desde el corazón de la manzana, se concretó en el convencimiento de que será fundamental para el futuro y el crecimiento de la institución, en servicios e infraestructura, teniendo en cuenta el crecimiento exponencial de la matrícula. Eso sí, planificar sobre esta inversión será un desafío que dejamos a los colegas que asuman la responsabilidad de dirigir el CPCES, los próximos años.
Hoy, quiero decirles en mi nombre y en nombre de los consejeros, ¡muchas gracias por el acompañamiento!

Cr. Jorge Alberto Paganetti
Presidente