Bernardo Kliksberg disertó en Salta
Ante un Salón Ábaco colmado de gente, el profesor Bernardo Kliksberg, quién llegó a Salta invitado por el Consejo Profesional de Ciencias Económicas y el Gobierno de la Provincia, brindó una charla amena donde interpeló a los presentes a reflexionar sobre la Responsabilidad Social, sumando visiones renovadas sobre esta disciplina y añadiéndole una perspectiva internacional.
En el marco del encuentro, el catedrático sostuvo que “una de las cuestiones positivas de este siglo es la Responsabilidad Social que tomó fuerza renovada en los últimos diez años y que promete mucho para conseguir un mundo más positivo”. Entre los puntos más importantes de su disertación se destacan los siguientes:
- Estamos en un mundo en el que está sucediendo una revolución tecnológica a una velocidad enorme. Hoy las comunicaciones permiten hacer cosas que no soñaron ni los mejores autores de ciencia ficción.
- El Papa Francisco les pidió a los tecnólogos que trabajen con ética para que la tecnología se aplique en acciones positivas. Hoy sobran ejemplos de una errónea aplicación y se ve cuando aparecen las fake news o campañas de difusión de esas noticias falsas, con implicancias mundiales. ¿Qué pasa si la tecnología se trasforma en robots soldados? Eso sería inteligencia artificial, sin conciencia, al servicio de fines bélicos.
- Existe mucha pobreza, con un gran relegamiento de la mujer, con niños desprotegidos. Un mundo que está afrontando la mayor migración masiva después de la segunda guerra mundial, huyendo de condiciones adversas económicas, o de guerras. Un mundo con guerras crueles con la población civil como objeto de esas guerra, con armas químicas en juego. Un mundo cruzado por el desarrollo tecnológico y el mayor desequilibrio ambiental en muchas generaciones.
- En esta coyuntura, la Responsabilidad Social Empresaria, llegó para quedarse. No es una moda, es un modo evolutivo de la historia.
- La naturaleza no espera, no hay moratoria, no admite negociaciones. La ONU invita a las grandes compañías a suscribir el Pacto Global, un compromiso de 10 puntos en el que entre otras cosas, se les exige que no se discrimine a las mujeres, que no colaboren con dictaduras, que no dañen el medio ambiente, que respeten condiciones laborales básicas. Hoy son más de 10 mil las empresas que están suscriptas.
- Hoy, más que en otras épocas, lo que haga la empresa repercute en los consumidores, en la opinión pública, y las empresas dependen de la opinión pública y de los grandes fondos de inversión. Y aquí hay que decir que una gran parte de los fondos de inversión son colectivos que solo invierten en empresas responsables socialmente y las presionan para que cumplan con los objetivos planteados en esta materia.
- Lo que se espera de las empresas responsables es que tengan un trato digno con los empleados y sus familias. Ese debe ser un eje central, que no hagan inviable la vida familiar. Las empresas no deben permitir el acoso ni la discriminación de las mujeres en el mercado laboral (en sus salarios, en sus ascensos). Aun con progresos valiosos, estamos muy lejos de conseguir la igualdad entre hombres y mujeres, si seguimos a este ritmo, los estudios indican que la brecha entre géneros se cierra dentro de 174 años. Pero hay un dato positivo: Las mujeres empezaron a organizarse respecto de estos temas.
- La inversión social debe ser central y no lateral a la actividad de la empresa. Además de producir bienes y servicios, y generar ganancias, deben tener inversión social con impacto verde. Y los millennials demandan empresas verdes no solo para consumir sino para trabajar en ellas. Así, la RSE es clave para las empresas lideres desde hace tiempo.
- La participación ciudadana es la clave para producir los cambios. Hoy el mundo está repleto de voluntarios. Hay 150 millones de voluntarios, hay 1.000 millones de personas que participan en espacios cooperativos. Y, personalmente, espero mucho de las mujeres que recién están empezando a emerger.
Bernardo Kliksberg es Doctor en Ciencias Económicas, se lo conoce como el Padre de la Gerencia Social, fue pionero en ética para el desarrollo. Es asesor de más de 30 países, asesor especial en la ONU, y Dr. Honoris Causa de la UCASAL y la UNSa, ostentando el mismo título en más de 40 casas de altos estudios del mundo.
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