Una necesidad educativa satisfecha: Materia optativa “Desarrollo Sustentable y Balance social”
Por: Cr. Hugo Ignacio Llimós
Vice Decano
Facultad de Ciencias Económicas UNSa
En algunas ocasiones se tiene la percepción que los estudiantes manifiestan cierta disconformidad con los sistemas educativos que replican contenidos curriculares poco representativos de la realidad socio-económico de la región.
No obstante, los cambios se están haciendo eco en el ámbito formativo, como así también en los centros científicos, a tal punto que se avanzó en nuevas perspectivas sobre el desarrollo que han evolucionado hasta formar parte de las agendas de los Estados. De este modo, la Responsabilidad Social se gesta en las Universidades como un contenido curricular irrenunciable, principalmente obedeciendo a razones éticas.
Citando como antecedentes a este avance académico, debemos mencionar:
- El Documento Base Final 2013 del Consejo de Decanos en Ciencias Económicas de Universidades Nacionales que recomienda incorporarla a los planes de estudio de las Facultades de Ciencias Económicas.
- El discurso del Presidente Honorario, Dr. Ricardo Pahlen Acuña, en la última reunión realizada en julio pasado, en Salta.
- En 2008, la creación de la Comisión de Balance Social en la FACPCE.
- En Salta, el CPCE promueve una Comisión de Balance Social que colabora en la implementación del Eco Sello salteño, e impulsa con FACPCE el Balance Social en el Sector Público. Fue Co-organizador y sede de la Primera Jornada de Responsabilidad y Balance Social en noviembre de 2012.
- El CPCE Salta confeccionó y auditó su primer balance social por el período 2012.
En la Facultad de Ciencias Económicas, Jurídicas y Sociales de la UNSa, la Responsabilidad Universitaria se retroalimenta con la respuesta de los docentes y el compromiso de sus autoridades con los requerimientos de formación académica y profesional, tanto de los estudiantes como del medio.
De este modo, en 2003 el Consejo Superior de la Universidad Nacional de Salta, mediante resolución N° 321 modifica el Plan de Estudios de la carrera de Contador Público Nacional y quedan previstas las asignaturas “Auditoría Ambiental“ y “Economía Ambiental“.
En 2004, el Cr. Roberto Gillieri, como representante de la UNSa implementa el proyecto “Micro–Finanzas en la Universidad”, coordinado por la Escuela de Negocios de la Universidad de Turín y co-financiado por el Programa ALFA de la Comisión Europea.
En 2011, se incorpora el Programa Amartya Sen, específico en formación académica en ética y desarrollo, cuyos egresados se encuentran hoy relacionados con programas implementados en el medio.
En 2012, se crea la Comisión de Responsabilidad Social y la asignatura Micro finanzas, con marcada orientación social. La cátedra de Contabilidad III de la carrera de Contador Público Nacional (Plan 2003) incorpora la Responsabilidad y Balance Social a su programa de la asignatura desde el año 2012 convirtiéndose, de esta forma, en una de las pioneras en Argentina.
Finalmente, en agosto se aprobó el dictado de la asignatura optativa “Desarrollo Sustentable y Balance Social”, a propuesta del C.P.N. Carlos Darío Torres. Está a cargo de la responsable del Programa Amartya Sen, C.P.N. Patricia Nayar, y cuenta con la colaboración del Consejero por el Claustro de Graduados, C.P.N. Matías de Escalada. La asistencia a las clases, superó ampliamente las expectativas previas con más de 100 alumnos, lo que confirma que se ha satisfecho una gran necesidad académica.
La Universidad es un agente de cambio y creador de vínculos sociales que no se agotan con el trabajo, por el contrario, se intensifican a medida que el mercado laboral acompaña tales cambios.
Debido a la complejidad e interdisciplinariedad en el proceso de elaboración de un balance social, no debe gestarse su formación integral puertas afueras del campo académico, por lo contrario, debe institucionalizarse en las universidades, mediante un proceso reflexivo que demande horas cátedras de estudio y formación profesional.
Las Universidades Públicas de nuestro país han acompañado, sistemáticamente, los procesos de reconstrucción ciudadana y social, desde sus distintas formaciones. Es oportunidad de que la disciplina económica integre sus conocimientos dentro de un marco de ética y desarrollo, ya que el profesional actuante no reviste la cualidad de simple perito contable, por el contrario, el profesional estudia, se capacita, investiga e influye profundamente en los procesos de cambio.