Mensaje Institucional – Noviembre 2016
Colegas y amigos:
Hoy nos expresamos tomando tres de las siete denuncias de un gran líder, Gandhi: Políticos sin principios éticos, riqueza sin trabajo y comercio y comercio sin moralidad.
Con estos conceptos podemos inferir lo difícil que es enfrentar conductas que lamentablemente son muy comunes, muy usadas y hasta justificadas y aceptadas: Le di unos pesos y me salve de la multa; ¿trabajar?, si tengo 4 planes en mi casa; o mando un mensaje desde mi celular manejando el auto y no sucede nada. Si solo pudiéramos inculcar la honestidad en el proceder, la honorabilidad en todos nuestros actos, no veríamos a nivel empresarial, acciones como las de aumentar los precios solo por las dudas; o bajar la calidad o la cantidad para para mantener el precio cuidado o sacrificar seguridad, protección o derechos del trabajador en tareas riesgosas. Si tomamos conciencia y lo evitamos, lograríamos, mejorar la vida en sociedad en la que nos desenvolvemos. Parafraseando a Tomas Bulat creemos que somos un pueblo maravilloso, pero estamos como estamos por lo que somos y por cómo actuamos, por nuestras propias conductas y responsabilidades.
La responsabilidad no está solo en el gobierno, todos contribuimos a que sea así, pero también todos podemos ayudar a evitarlo y eso solo se consigue a través de la excelencia, calidad y responsabilidad personal y organizacional que brindamos.
Si empezáramos por cambiar, corrigiendo lo que de nosotros depende, sería tal vez un pequeño principio con un brillante futuro.
No debemos olvidar que vivimos en un mundo donde lo único estable es el cambio, el secreto es lograr ese cambio para que la excelencia y la responsabilidad social brinden el premio del éxito.
Se deduce que la productividad incorpora la idea de participación, compromiso, orgullo por el trabajo bien hecho, creatividad, innovación, seguridad en el trabajo. Es un error entender que mejoramos la productividad porque trabajamos más, en realidad debemos pensar en hacer las cosas cada vez mejor, poniendo nuestra capacidad y responsabilidad al servicio de los objetivos que tanto se aspiran alcanzar. Es decir, buscar la calidad tanto individual como grupal, en todo lugar que nos corresponda actuar, de este modo lograremos alcanzar la tan grandilocuente expresión de excelencia y Responsabilidad Social.
Cr. Marcelo Aguilera
Tesorero