“Nuestras profesiones son las indicadas para luchar contra la corrupción pública y privada”
En un mano a mano, intenso y nutritivo, el flamante presidente de la Federación Argentina que nuclea a los Consejos del país, José Luis Arnoletto, le responde a Comunicándonos.
La profesión, la formación en estos tiempos, una institución en permanente búsqueda de la jerarquía y el federalismo, los temas para el gabinete de Macri; son algunos de los tópicos que el colega cordobés aborda en esta entrevista.
¿Cuáles son sus objetivos para la gestión institucional que lleva adelante?
El objetivo que toda gestión tiene en la FACPCE es lograr un mayor reconocimiento y respeto por el trabajo de nuestros matriculados, asumiendo el compromiso de la representación federal de nuestras profesiones, de una mayor integración de todas las carreras que componen nuestra Federación y del cumplimiento de la función social que debemos honrar. La búsqueda de una mejor calidad de vida de nuestros colegas es nuestro lema fundamental de gestión.
¿Cómo está trabajando la FACPCE sobre las problemáticas regionales de los profesionales del país?
En un país vasto en distancias y asimétrico en su cultura, economía y desarrollo social; nuestra Federación debe trabajar para visibilizar esas asimetrías y aplicar todos los esfuerzos para reducirlas. En pos de ello, somos profundamente respetuosos de las autonomías de cada Consejo o Colegio, que son quienes poseen el control del ejercicio profesional en su provincia y quienes realmente conocen las necesidades, problemas y oportunidades de desarrollo.
Nuestra Federación tiene una representación federal, tanto en su órgano mayor de gobierno (la Asamblea y Junta de Gobierno), como en su Mesa Directiva, donde 6 de sus 7 miembros son del interior del país y representan a las distintas regiones. Asimismo, todas nuestras comisiones de estudio tienen representación federal, subsidiando, desde el presupuesto de la Federación, la participación de todos los Consejos en cada actividad que desarrollamos. Consideramos que, aún con todos nuestros aspectos mejorables, nuestra profesión organizada es modelo ante otras profesiones como ejemplo de federalismo.
¿Qué iniciativas se llevan adelante para jerarquizar la profesión, que se ve amenazada por los idóneos, sobre todo en zonas alejadas de las grandes capitales?
La amenaza de los idóneos, de profesionales colegas no matriculados, y de otros profesionales que invaden nuestras incumbencias se deben enfrentar con varias herramientas. La primera es la obligación legal de cada Consejo de defender las incumbencias presentando las denuncias penales que correspondan por ejercicio ilegal de la profesión. La segunda iniciativa es difundir públicamente la necesidad y conveniencia de contratar profesionales matriculados, tanto para el ejercicio liberal de la profesión como para cubrir cargos docentes y en relación de de- pendencia pública o privada. La tercer iniciativa es capacitarnos para ofrecer un servicio superior a nuestros clientes que induzca a contratar a profesionales matriculados.
En las zonas alejadas de las grandes capitales, donde por muchos años no hubo profesionales que desarrollen la actividad, la presencia de idóneos, gestores o tramitadores fue habitual. Sin embargo, ya hace tiempo que nuestra profesión asegura presencia territorial en localidades pequeñas, provincias, coadyuvan a la defensa del ejercicio legal de la profesión.
¿Cómo evalúa la labor del CPCE de Salta?
Históricamente, el CPCE de Salta de- mostró su capacidad de innovar y capacitarse, siendo probablemente los colegas con mayor participación en las Comisiones y actividades de capacitación. Con un espíritu de esfuerzo envidiable, siempre ofrecieron a la FACPCE su capacidad de organizar eventos de envergadura. Congresos y Olimpíadas Nacionales, Jornadas Nacionales y Regionales son algunas de las múltiples formas de jerarquizar a la profesión en la región del NOA. De igual modo, han sido pioneros en la aprobación de leyes como la del Balance Social, comprometiendo al poder político en la aplicación de políticas de estado sustentables. El Consejo aportó y aporta dirigentes de valía al desarrollo de la profesión, con ese aporte del interior profundo que hace que las decisiones que se tomen sean más federales aún.
¿Cuál es su análisis sobre el nivel académico universitario del país en las carreras de Ciencias Económicas?
Uno de nuestros principales desafíos es trabajar junto con las universidades en la formación de un profesional íntegro, capaz y actualizado para cumplir las incumbencias y el rol social que nos corresponde. Es por ello que nos reunimos con el CODECE (Consejo de Decanos de Ciencias Económicas), la SPU (Secretaría de Políticas Universitarias del Ministerio de Educación de la Nación) y con cada universidad para mejorar día a día. Así como la tecnología evoluciona, la formación de nuestros profesionales también lo hace. El nivel académico no dista de lo que ocurre en otras profesiones. La menor dedicación promedio a la lectura bibliográfica, la menor comprensión de textos y la fragmentación de los conocimientos son algunos de los aspectos negativos. Por otro lado, hoy hay profesionales más conectados, mejor informados y con un mayor do- minio de herramientas que ayudan al desempeño profesional.
¿Qué elementos serían necesarios incorporar a la currícula para poner en el mercado profesionales preparados para estos tiempos?
Los principales contenidos a incorporar, a mi entender, no son los instrumentales, que ya se convirtieron en imprescindibles como idiomas, software de oficina, software contables y de negocios; sino aquellos de formación social. Nuestra función social en las próximas décadas está vinculada con un uso racional, eficiente y equitativo de los recursos naturales, humanos y tecnológicos. Lograr desarrollo sustentable en nuestro mundo es el desafío a alcanzar. La defensa de nuestras profesiones como las indicadas para luchar contra la corrupción pública y privada (y no como partícipes de dichos fraudes) es también un desafío ético en el que las universidades son parte fundamental, junto con nuestros Consejos y la Federación.
Frente a la situación actual del país, ¿son los economistas los grandes protagonistas?
Siguiendo con lo desarrollado en la pregunta anterior, nuestra profesión debe asumir los desafíos de liderar este cambio de paradigma del uso de los recursos. Este protagonismo requiere un enorme compromiso e implica, por supuesto, asumir riesgos. Siempre el conservadurismo es cómodo y asumir desafíos conlleva una incomodidad. Liderar los cambios, plantear nuestras propuestas, difundir nuestros proyectos, nos visibiliza. Esa visibilidad puede en algún caso sobreexponernos, pero es necesario correr riesgos si queremos que los cambios efectivamente ocurran.
¿Desde la FACPCE se han mantenido reuniones con funcionarios del gabinete de Macri, teniendo en cuenta que el presidente convocó a profesionales de las Ciencias Económicas para integrarlo, dándoles gran preponderancia?
A partir del cambio de Gobierno Nacional, muchas puertas que nuestra profesión tenía cerradas o con poca apertura, pasaron a abrirse en mayor medida. En estos meses hemos reabierto mesas de trabajo con AFIP, INAES, CNV, Ministerio de Educación, Jefatura de Gabinete de Ministros, Unidad de Información Financiera, SEPyME, Ministerio de Seguridad, entre otras. Son muchos los proyectos que desarrollaremos junto con el cono- cimiento de nuestras Comisiones Asesoras, CECYT, CENCYA, CENECO, CENADMIN y la propia Junta de Gobierno y su Mesa Directiva.
¿Cuáles son los grandes temas a plantear?
Sería muy largo de enumerar, pero básicamente hemos separado nuestra estrategia en dos grandes áreas: lo que queremos aportar para mejorar el ejercicio profesional de nuestros colegas, y lo que queremos mejorar en relación a la situación de nuestros clientes, entidades y áreas del propio Estado. No queremos ser identificados como quejosos sin propuestas, ni como defensores de los intereses de sectores económicos que podrían defenderse por ellos mismos.
Un caso emblemático de estas dos áreas es nuestro histórico planteo por la reinstauración del Ajuste por Inflación, tanto con fines tributarios como contables. Con fines tributarios, podríamos decir que los principales perjudicados (o beneficiados de acuerdo con su estructura patrimonial) son los clientes y no los colegas; pero si miramos el tema desde el punto de vista contable, la responsabilidad de nuestros colegas firmando balances sin estar en moneda constante, es enorme. Esos balances que son usados para aprobar gestiones de directorio, para fijar honorarios y dividendos, distan mucho de reflejar “razonablemente la situación del ente” como escribimos en nuestros informes de auditoría.
En la primera área pedimos respeto y reconocimiento al colega en el ejercicio liberal de la profesión. Mejoras en los procesos de trámites, conectividad, reducción de regímenes de información, exigencia de matriculación para determinados trámites bancarios, fiscales y comerciales. Respeto por el trabajo y los honorarios en actuaciones judiciales, posibilidad de efectuar trámites jubila- torios, entre muchos otros reclamos.
En la segunda área, hemos ofrecido aportes de los colegas en reformas le- gales que impactarán luego en nuestro ejercicio (Nueva ley de Pymes, reforma tributaria, prueba de aplicativos, reforma a normas de Lavado de Dinero, re- formas a normas de CNV, sólo por citar algunos ejemplos).
¿Es factible una reforma integral tributaria en este momento en el país?
No sabría decir si es factible, pues depende de tiempos políticos que ignoro. Lo que sí sabría decirle es que es imprescindible. Muchas actividades económicas (fundamentalmente de economías regionales) no son viables con una carga tributaria regresiva e inequitativa.
¿Cuál es su análisis personal de la situación actual del país?
A mi entender, Argentina está saliendo de un modelo económico de altísima intervención estatal, cerrado a la economía y los mercados de crédito internacionales, con niveles de concentración de capital elevados, desequilibrios de precios relativos y enorme inflación que afectan más a los más desprotegidos y sin haber podido solucionar las asimetrías de desarrollo humano, infraestructura, servicios y desarrollo económico. Retomar un camino racional en términos económicos no será fácil ni rápido, pero implica enormes oportunidades para que nuestros profesionales prueben que están (estamos) capacitados para ello.